La consultora de marcas FutureBrand y la BBC World News de Londres anunciaron que el ranking de marcas país 2010 ya fue realizado. Este año, la gran ganadora fue la marca de Canadá, ocupando el primer lugar de la lista. Perú, por otro lado, alcanzó el tercer puesto en la lista de las 10 mejores marcas país por herencia y cultura. Los países escandinavos entraron en el top 20 por primera vez, mientras que la crisis económica se tumbó a dos grandes como EEUU y el Reino Unido, bajando en el ranking anual. El Country Brand Index -CBI- es un análisis exhaustivo que estudia la complejidad, dinamismo y beneficios de cómo las naciones se manifiestan como marcas.
La fortaleza de una marca país está determinada de la misma manera que cualquier otra marca: midiendo los niveles de reconocimiento, familiaridad, preferencia, consideración, decisión de visita, etc. Básicamente las cualidades en las que las personas piensan cuándo escuchan, leen o ven el nombre de un país.
La gran novedad de este año para Perú es que se ubicó en el tercer lugar en la lista de las 10 mejores marcas del mundo por cultura y tradición/legado, por detrás de Italia e Israel. Se le consideró un destino exótico, rico en historia y monumentos históricos. Según el análisis, el impacto de íconos como este contribuye a la imagen de un país en la mente de los visitantes, inversionistas y ciudadanos. Además de estos atributos (cultura y tradición), cuatro otros conforman las cinco dimensiones bajo las cuales se construye la percepción de una marca país: turismo, calidad de vida, sistema/escala de valores y líder en hacer negocios.
Este año, las marcas líderes comparten ciertas características. Todas son democráticas, progresivas, relativamente políticas y económicamente estables, además de hacer negocios en el idioma inglés. Las tendencias del reporte de este año incluyen, entre otras, el rol de los medios, la crisis económica, el resurgimiento de la marca escandinava (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca), etc. Las marcas líderes tienen, por ejemplo, una saludable combinación de prensa pública y comercial. También la crisis económica ha sido determinante en cuanto a la fortaleza de las marcas país, pero mucho más para aquellos que la evitaron: las tres primeras marcas (Canadá, Australia y Nueva Zelanda) pudieron escapar del peor colapso bancario visto en años.
En cuanto a las “estrellas ascendentes” del 2010, Chile alcanzó el puesto 40, mejorando en todos los criterios de medición este año pero sobre todo en el de reconocimiento y en la percepción de libertad política. El rescate de los mineros de San José trascendió como una noticia global, generando un impresionante positivismo hacia el presidente chileno, Sebastián Piñera, y la marca país Chile. También Argentina tuvo un alto puntaje en este ranking, ocupando el lugar 33 de la lista. Además de un tener un crecimiento significativo en su PBI en la primera mitad del año, se convirtió en el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio de parejas del mismo sexo, algo que señaló el triunfo de los valores liberales de la región.
En contraparte, España e Italia fueron algunas de las “estrellas descendentes” más reconocidas del ranking. Ambas mostraron que hasta los destinos turísticos más tradicionales y fuertes no son inmunes a las crisis económicas y críticas a los distintos mandatarios de Estado. Las marcas más débiles este año tuvieron problemas de inestabilidad política, inseguridad, corrupción, desastres naturales, entre otros, lo que confirma la inevitable correlación entre la manera en cómo se percibe una marca país y las realidades políticas, económicas y sociales de los países.
La fortaleza de una marca país está determinada de la misma manera que cualquier otra marca: midiendo los niveles de reconocimiento, familiaridad, preferencia, consideración, decisión de visita, etc. Básicamente las cualidades en las que las personas piensan cuándo escuchan, leen o ven el nombre de un país.
La gran novedad de este año para Perú es que se ubicó en el tercer lugar en la lista de las 10 mejores marcas del mundo por cultura y tradición/legado, por detrás de Italia e Israel. Se le consideró un destino exótico, rico en historia y monumentos históricos. Según el análisis, el impacto de íconos como este contribuye a la imagen de un país en la mente de los visitantes, inversionistas y ciudadanos. Además de estos atributos (cultura y tradición), cuatro otros conforman las cinco dimensiones bajo las cuales se construye la percepción de una marca país: turismo, calidad de vida, sistema/escala de valores y líder en hacer negocios.
Este año, las marcas líderes comparten ciertas características. Todas son democráticas, progresivas, relativamente políticas y económicamente estables, además de hacer negocios en el idioma inglés. Las tendencias del reporte de este año incluyen, entre otras, el rol de los medios, la crisis económica, el resurgimiento de la marca escandinava (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca), etc. Las marcas líderes tienen, por ejemplo, una saludable combinación de prensa pública y comercial. También la crisis económica ha sido determinante en cuanto a la fortaleza de las marcas país, pero mucho más para aquellos que la evitaron: las tres primeras marcas (Canadá, Australia y Nueva Zelanda) pudieron escapar del peor colapso bancario visto en años.
En cuanto a las “estrellas ascendentes” del 2010, Chile alcanzó el puesto 40, mejorando en todos los criterios de medición este año pero sobre todo en el de reconocimiento y en la percepción de libertad política. El rescate de los mineros de San José trascendió como una noticia global, generando un impresionante positivismo hacia el presidente chileno, Sebastián Piñera, y la marca país Chile. También Argentina tuvo un alto puntaje en este ranking, ocupando el lugar 33 de la lista. Además de un tener un crecimiento significativo en su PBI en la primera mitad del año, se convirtió en el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio de parejas del mismo sexo, algo que señaló el triunfo de los valores liberales de la región.
En contraparte, España e Italia fueron algunas de las “estrellas descendentes” más reconocidas del ranking. Ambas mostraron que hasta los destinos turísticos más tradicionales y fuertes no son inmunes a las crisis económicas y críticas a los distintos mandatarios de Estado. Las marcas más débiles este año tuvieron problemas de inestabilidad política, inseguridad, corrupción, desastres naturales, entre otros, lo que confirma la inevitable correlación entre la manera en cómo se percibe una marca país y las realidades políticas, económicas y sociales de los países.
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